Desde siempre, el cine ha tratado de anticiparse al futuro y a su tecnología, adivinando cómo será el mundo en décadas venideras. Numerosos son los films de ciencia ficción en los que encontramos coches voladores, naves espaciales y otras innovaciones más “realistas”.
Una de éstas es, sin duda, la utilización de pantallas gigantes para publicidad en entornos urbanos. ¿Quién no recuerda aquella chica oriental que aparecía en la pantalla gigante de Blade Runner? ¿O la publicidad sostenida en hologramas de Minority Report?
Son quizá los dos ejemplos más característicos y que antes acuden a nuestra memoria pero no los únicos. Esa misma publicidad omnipresente, con pantallas gigantes como soporte, la encontramos en cintas dirigidas a un público más infantil, como Wall-E.
Pero la relación entre las pantallas gigantes y el cine va mucho más allá. En los Juegos del Hambre se usan para retransmitir la lucha por la supervivencia de los jóvenes “elegidos” a todos los distritos de Panem. Y seguro que recordarán aquella famosa escena de La Naranja Mecánica o el papel predominante que las pantallas LED tienen en la batalla que libran Los Vengadores en pleno Manhattan.
Quizá el cine haya fallado en muchas de sus previsiones futuristas, pero estamos seguros de que no lo ha hecho en el caso de las pantallas gigantes y las múltiples posibilidades que éstas ofrecen. Ya sea como medio publicitario, informativo o decorativo, la tecnología LED aún tiene mucho que decir, especialmente en lo relativo a espacios urbanos.